Ni es "gringo" ni holandés el hombre que tomó wisky de marca y comió a sus anchas en un restaurante de la isla de Cholón, en Cartagena, y que luego se negó a pagar el millón de pesos de la cuenta que le facturaron.

Pues bien, el chiste le salió caro al habilidoso comensal que deberá pagar una multa de 500.000 pesos, pero no por ‘tumbar’ al establecimiento, sino porque además se negó a identificarse ante personal de la Policía Metropolitana en el momento en que fue requerido en medio del incidente.

El comandante de la Policía, coronel Wilson Parada, expuso que así está contemplado en el Código Nacional de Policía.  “Impedir, dificultar, obstaculizar o resistirse a procedimiento de identificación o individualización, por parte de las autoridades de Policía”, señala uno de los artículos.

Fredy Zúñiga Cortés, como es el verdadero nombre del ‘gringo’, es oriundo de San Andrés y el miércoles, cuando ya había bebido y consumido lo que le apeteció, le dijo a los vendedores de Cholón que no tenía plata para pagar la cuenta.

Al final, el personaje que para los usuarios de las redes sociales pasará a la historia por haber “tumbado” a los comerciantes de una zona turística en la que las quejas de los visitantes son frecuentes por el abuso en los precios, consumió una botella de Buchanan, 8 cervezas Club Colombia y 2 mojarras, que sumaron 450.000 pesos.

Cuando los vendedores lo requirieron por el pago de la cuenta dijo que la plata se le había perdido entre el mar cuando se zambulló varias veces.

El hombre,  quien dijo ser de Holanda, estuvo a punto de ser linchado por los enardecidos vendedores quienes lo amarraron a una silla, pero la oportuna presencia de Guardacostas de la Armada evitó que lo golpearan, según informó el portal Mundo Noticias.